¿Bruce Gilden es alguien que ama a las personas y por eso ansía fotografiarlas y mostrarlas?, ¿es realmente alguien que admira o cuanto menos adora la humanidad y solo busca en ellos, como él afirma?, ¿o por contra es un personaje extravagante e irrespetuoso, egoista que solo busca una obra con la que comer, y que armado con el fotómetro, la cámara y un flash de mano sale a las calles de las grandes urbes exactamente igual que un cazador tras la presa? sin respeto, sin educación, sin ética... ¿pero con talento...? Cuando traemos al absoluto primer plano la búsqueda de la autenticidad, de la espontaneidad y de la pureza de la fotografía callejera, aunque por ello pisemos la técnica o la supremacía fotográfica al uso, nos encontramos con obras como estas , originales y provocadoras, retazos de pura verdad. Aquí hay un compendio de paseantes y sus situaciones, robados a mano armada al mismísimo tiempo, entrando a matar a Dios con un flashazo si hiciese falta. Hacedles un repaso es un momento perfecto para reflexionar sobre la humanidad y la sociedad que hemos creado. Es curioso ver a este excéntrico con aires de pescador volviendo a su chabola llena de gatos justo después de William Klein, estilo similar resultados opuestos, plasmación de la realidad contra evocación de mundos paralelos, o mejor dicho, quizá solo deba darle otro repaso en un momento distinto…
(Si veis el video posiblemente entendereis mejor el por qué de esta entrada o por lo menos descubrireis una manera distinta de afrontar la toma fotografica http://www.youtube.com/watch?v=kkIWW6vwrvM)
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Bruce Gilden: